Por Vanesa Sulentic
La cantante portuguesa Carminho se presentó en el Teatro Nescafé de las Artes donde deleitó en una noche melancólica al mejor estilo del fado.
Una presentación sumamente artística donde se mantuvo con la colorimetría de las luces rojas, amarillas, azules y naranjas, que daban la sensación de un lugar sumamente acogedor y melancólico.
La portuguesa empezó su concierto con un fondo totalmente en negro y con un reflector rojo que la alumbraba a ella y a su lado se encontraban sus tres guitarristas que la acompañaron durante toda su presentación.
“No me escuchen a mí, viajen a través de vuestras historias a través de estas canciones. Buen viaje y gracias”, fue la invitación de la cantante al público que fue a disfrutar de buena música.
La intérprete admitió haber estado practicando el español con su familia. “Mis sobrinos viven en Chile y siempre están pendientes de mi castellano, así que espero que me entiendan o si no me van a castigar”, comentó risueña.
Cabe destacar que Carminho ha colaborado con grandes artistas como el español Pablo Alborán.
Para cerrar la mágica noche con broche de oro interpretó “La joya del Pacífico”, una canción que habla sobre Valparaíso y con la que el público se conmocionó acompañando con la letra y las palmas. Además, cerró su presentación dedicando un lindo mensaje:
“Cada segundo de nuestras vidas nos cambia, aunque no lo sepamos”.