Los 8 principios de la responsabilidad afectiva que todo el mundo debe conocer

“La responsabilidad afectiva es un llamado a relacionarnos desde la empatía y la honestidad, dejando de lado el mood del individualismo, el ghosting y el turismo emocional”, afirma Valeria. Este concepto está compuesto por:

Autoanálisis: El conocimiento propio es esencial para tener claro el tipo de relación que se busca, así como los deseos y necesidades emocionales.
Empatía: Consiste en aprender a mirar las relaciones desde la perspectiva de la otra persona, comprendiendo que tiene sentimientos, una historia detrás, y que nuestras decisiones pueden llegar a afectarla.
Honestidad: “Es una muestra de valentía porque ser realmente sincero no siempre es fácil cuando aceptas que no estás disponible emocionalmente”, dice Valeria. Ser transparentes es parte del proceso de autoconocimiento e integridad, ayudándote a permanecer alineado con lo que piensas, sientes, dices y haces.
Comunicación asertiva: Implica expresar nuestro punto de vista con claridad y, de igual manera, escuchar y respetar el punto de vista de la otra persona.
Inteligencia emocional: Las emociones juegan un rol importante al adaptarnos a diferentes situaciones, así que aprender a entenderlas y aceptarlas refleja madurez. Mejorando la manera en que gestionamos nuestras emociones, podemos reconocer y manejar mejor lo que estamos sintiendo.
Límites claros: Establecer límites es una parte importante del amor propio y autocuidado, ya que representa un compromiso con nosotros mismos y nuestros valores. Conocer nuestros límites nos ayuda a dejar de aceptar comportamientos hirientes y tolerar inconsistencias o faltas de reciprocidad. También nos impulsa a respetar los límites de los demás.
Respeto: Esto significa ser conscientes del lenguaje que utilizamos, practicar siempre el consentimiento y aceptar nuestras diferencias.
Self-Responsibility: Significa estar dispuesto a aceptar las consecuencias de las decisiones que hayamos tomado, sean buenas o malas. Esto también nos permite reconocer nuestras falencias con madurez y afrontar nuestros errores a través del perdón, tomando medidas para hacer las cosas bien y reparando cualquier daño causado.

“Muchas personas desean mejorar su vida afectiva, pero ¿cuántas están dispuestas a dar pasos positivos para establecer vínculos más saludables? También vale la pena señalar que incluso los acuerdos casuales, como los ‘casi algo’ o los ‘amigos con derecho’, conllevan sus propias responsabilidades. Después de todo, las relaciones sanas y satisfactorias de cualquier tipo se basan en la responsabilidad emocional”, concluye Valeria de Botas.

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