The Libertines no es precisamente una de las bandas británicas más conocidas, si hablamos de “música británica” inmediatamente pensamos en The Beatles, The Rolling Stones o Led Zeppelin, incluso si miramos un poco más “acá” pensamos en The Smith, Oasis o Arctic Monkeys, en el mundo de la música británica hay mucho más por explorar, pero y estos británicos, ¿quienes son?
Si en los setentas Led Zeppelin hablaban de su creativa relación con la marihuana y Oasis en los noventa hacía lo propio con la cocaína, el crack es la musa inspiradora de The Libertines. Noel Gallagher dijo en una entrevista, que mientras él escribía sobre cigarrillos y alcohol (cuando ya había escrito sus odas a las drogas), los Libertines hablaban de drogarse en un bote de basura. Esa actitud desplegada en sus letras y en su música, incluso podemos encontrarla en su propio estilo de vida, no por nada son considerados, algo así, como los “chicos malos del indie”.
Las influencias de esta banda son claras, una mezcla entre rock y punk, algo como The Clash y Sex Pistols. La banda nace en 1997 en Londres, cuando un joven Carl Barât estudiaba arte dramático y compartía departamento con la hermana mayor de Pete Doherty. Dos años más tarde Barât abandona sus estudios en el teatro y Doherty abandona su curso de literatura inglesa, es ahí cuando ambos arriendan un departamento juntos y se mudan a Camden, en el norte de Londres.
Ellos formaron una banda con su vecino, el bajista Steve Bedlow y bautizaron a la banda como The Strand, luego de un breve periodo bajo este nombre, optarían por The Libertines, tomado de la obra del Marques de Sade, “The School of Libertinism”. Más tarde conocerían a John Hassall, quien luego tocaría el bajo con los Libertines. Muchos de sus primeros conciertos tienen lugar en el departamento compartido de Carl y Pete.
En marzo de 2000, se reunen con un abogado de Warner Music Publishing Chappell, quien al reconocer el potencial que tenían, asumió un papel activo en la gestión de la banda. Bajo esta gestión graban “Legs XI”, un conjunto de sus mejores 8 pistas, grabación que nunca vería la luz oficialmente, aunque se encuentra disponible de manera “pirata” y es muy popular entre sus fans. Era diciembre de 2000 y aún no habían logrado la firma de un contrato, por lo que Dufour, Hassall y Pootschi (batería, bajo y coros, respectivamente) optarían por abandonar la banda.
Finalmente en 2001 y luego de una presentación frente a los jefes de Rough Trade Récords, logran el tan ansiado contrato discográfico, motivados por el éxito de The Strokes en los EE.UU, banda con un sonido muy similar a ellos. Ya con el respaldo de una disquera Pete Doherty, en la voz y la guitarra, y Carl Barât, en la guitarra y la voz, logran reclutar nuevamente a John Hassall, para hacerse cargo del bajo y a Gary Powell, para sentarse en la batería, esta sería la formación con la que llegarían al cielo de la escena británica y caerían al abismo, para resucitar más tarde.
La banda lanza su primer sencillo, “What A Waster”, en 2001 y son catalogados por la revista NME como la “mejor banda de Inglaterra”. Finalmente su gran debut llega en 2002 con “Up The Bracket” el cual logró entrar en el top 40 del Reino Unido alcanzando la posición 35 y recibiendo excelentes críticas de la prensa. El disco, producido por Mick Jones, ex guitarrista de The Clash, revolucionó la escena londinense por sus potentes canciones, un disco lleno de punk y rebelión, de cinismo lírico y musical. Además de sus potentes presentaciones en vivo, llenas de locura y guitarras crudas.
Durante el tramo europeo de la gira de los Libertines, Pete no se presenta con ellos, ya que comienza otra gira con una banda que había fundado “Babyshambles”, comienzan así los primeros problemas. Las relaciones entre él y Carl se vuelven dificiles, más aún debido a que meses después de este episodio, Doherty es arrestado por irrumpir en casa de Barât y robar algunas especies, mientras sus compañeros de banda estaban de gira en Japón. Doherty se declara culpable y confiesa su adicción a la heroína y a otras drogas como el crack. Es liberado por su buen comportamiento y vuelve a tocar con la banda, pero a estas alturas ya estaba sumido en lo que sería el fin de la banda, las drogas.
En 2004 llega su segundo material de estudio, “The Libertines”, producido nuevamente por Jones, caracterizado por alejarse un poco del sonido crudo que presentaron en su álbum debut, principalmente, por el quiebre del dúo compositor Doherty-Barât, logran sonar como una banda más madura, aunque con más tensiones. El disco debuta en el número 1 y su sencillo “Can’t Stand Me Now” se posiciona en el número 2 de las listas británicas. Finalmente, The Libertines, logra el tan ansiado éxito justo cuando se derrumbaban, ya que la adicción y los problemas legales de Doherty terminan por matar la banda. Barât decide disolver el grupo luego de un último show en París el 17 de diciembre de 2005, ya sin un perdido Pete Doherty.
Queriendo marcar definitivamente el fin de la banda, el 29 de octubre de 2007, lanzan el álbum recopilatorio “Time for Heroes – The Best of The Libertines” el cual alcanzó al puesto 23 en las listas británicas.
En 2010 y luego de rumores, confirman su regreso para presentarse en los festivales de Reading y Leeds, en 2011 lanzan “The Libertines: There Are No Innocent Bystanders”, documental que resume su regreso a los escenarios.
Luego de un nuevo “receso” en 2014 llega su regreso definitivo, son confirmados como headliner del British Summer Time, que se lleva a cabo en el mítico Hyde Park y son un éxito rotundo. Mientras Pete Doherty se encontraba en un centro de rehabilitación de drogas en Tailandia, firman con Virgin Records para poder grabar su tercer material de estudio en 2015, mismo momento cuando son confirmados para estar en el Festiva T in the Park en Escocia y en el Low Festival de Benidorm.
Finalmente, el 15 de septiembre de 2015, llega “Anthems for Doomed Youth”, las canciones “Anthem for Doomed Youth” y “Gunga Din” hacen referencia a poemas contenidos en los libros del mismo nombre de Wilfred Owen y Rudyard Kipling, respectivamente. Es precisamente “Gunga Din” la canción que se convierte en el primer sencillo del álbum y es un rotundo éxito.
Hoy son nuevamente una banda consolidada y de firmes raíces, con un Doherty rehabilitado y tan amigo como siempre de Carl Barât, la banda goza de una nueva estabilidad, por lo que podemos hablar con toda autoridad de una banda que “volvió del infierno” y se consolida nuevamente en la cima del indie británico, lugar del cual nunca debieron salir.
Recordemos que The Libertines se presentará el próximo 10 de octubre con Iggy Pop en el Movistar Arena, en lo que será su primera visita a nuestro país.
Escucha “Gunga Din”, single que marca el regreso de The Libertines a los estudios:
Por Nicolás Martínez.